Autoridades podrán evaluar el alcance de daños y reubicar a comunidades desplazadas por una catástrofe ambiental.
En 2019, el arquitecto peruano Martín García Fry se mudó a Japón tras ganar una beca completa para estudiar una maestría en la prestigiosa Universidad de Tokohu. Desde entonces, se ha dedicado a la investigación para la mitigación del impacto de desastres naturales. Actualmente, cursa el primer año de su doctorado y está desarrollando un software que permitirá acceder a un sistema de planificación urbana para la reubicación de las poblaciones desplazadas por catástrofes naturales.
Tras un desastre natural, las comunidades de las zonas que quedan devastadas se deben enfrentar a un proceso de reubicación o reconstrucción de sus espacios. El arquitecto Martín García Fry señala a la agencia Andina que este suele ser un trabajo tedioso pero también es una oportunidad para el desarrollo de zonas peri-urbanas sostenibles.
Tan importante como la prevención para reducir las pérdidas ante una amenaza ambiental, es estar preparados para recomponer las zonas afectadas después de la tragedia. Por este motivo, García utiliza machine learning y simulaciones numéricas para desarrollar un sistema que permita diseñar asentamientos humanos en la periferia de la ciudad.
“Este sistema es una cadena de modelos algorítmicos que funcionan entre sí. Utilizan datos recolectados de individuos de una comunidad para hacer microsimulaciones que arrojan información muy precisa acerca de una población en riesgo”, explica García, egresado de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Para desarrollar esta investigación, recolectó datos de los miembros de una comunidad en Indonesia que fue reubicada tras la erupción del volcán Merapi en 2010. Con esta información realizó un modelo operativo de microsimulación a fin de pronosticar un escenario futuro y medir la capacidad de autosustento de esta población.
“La propuesta también busca asegurarse de que esas personas tengan un trabajo sostenible en el tiempo y que la zona no genere una fuerza negativa sobre el ecosistema en el que se está volviendo a construir o reubicando a esta población”, precisa.
Esta investigación toma en cuenta todos los desafíos de planificar una zona urbana para la población desplazada por un desastre natural. “El resultado también muestra qué ocurriría en la zona de alrededor, en el sistema de transporte, el acceso a servicios básicos, qué pasaría con la economía, cuánto trabajo se generaría, cuánta gente se mudaría, y otras consecuencias”, sostiene.
El objetivo de García es desarrollar la interfaz de un software al que puedan acceder gobiernos o instituciones a fin de evaluar el alcance de los daños de una zona de riesgo si ocurriera un desastre natural. De este modo, las autoridades podrán desarrollar estrategias adecuadas para la reubicación de la población afectada.
El arquitecto peruano fue reconocido con el premio “Excellent Presentation Award” por la presentación de su investigación en el Seminario de Ingeniería Civil en el que participaron más de 100 estudiantes de universidades de Japón, Singapur y Tailandia.
Planificación urbana contra el cambio climático
En medio de una crisis climática, García también recalca la importancia de la planificación urbana para mitigar el impacto ambiental de la población sobre un ecosistema. “Es uno de los grandes problemas del siglo XXI. Se están consumiendo demasiados recursos de forma irresponsable, nos quedamos sin bosques, hay falta de comida y una serie de problemas que usualmente afectan más a países en vías de desarrollo como en Indonesia o Perú”, señala.
García propone que la alternativa para disminuir la densidad poblacional de las grandes ciudades y brindar una mejor calidad de vida a los habitantes es generar espacios de transición entre las zonas urbanas y rurales. “En mi investigación encontré una fórmula para no solamente reubicar a las personas, sino también mitigar el impacto ambiental debido al esparcimiento urbano horizontal de las ciudades”, explica.
La aspiración más grande de este investigador peruano es que su proyecto traspase el ámbito académico, y así que las organizaciones o autoridades puedan implementar este sistema.
García obtuvo el financiamiento de sus estudios de maestría y doctorado gracias a la beca MEXT, que ofrece el Ministerio de Educación, Ciencia, Cultura, Deporte y Tecnología de Japón. La convocatoria anual vigente está disponible hasta el 3 de marzo.